Fundamento

La situación actual de contaminación del planeta, la creciente agricultura depredadora y una sociedad que se construye a través de valores de consumo; tiene como consecuencia carencias afectivas y de relacionamiento entre los individuos. Esto se ve en el incremento del uso de redes sociales como principal medio de relacionamiento entre personas, en la producción indiscriminada de basura, en una alimentación deficiente y en una desconexión de los seres con su entorno y consigo mismos.

Frente a estos problemas creemos que debemos avanzar en acciones socio-culturales que fomenten el desarrollo integral del ser reafirmando valores de respeto y cuidado del individuo, la comunidad y su entorno.

Es necesario en la sociedad actual desarrollar nuestras capacidades para afrontar el declive energético, el cambio climático y la contaminación externa e interna que nos acechan. Cambiar la forma de comunicarnos entre nosotros y el ambiente que nos rodea volviéndonos individuos más conscientes.

La Permacultura es una filosofía que nace en respuesta a la polución de la Tierra, el Agua y el Aire, la pérdida de especies de plantas y animales y la disminución de recursos naturales no renovables que viene atravesando el planeta tierra en las últimas décadas. Basada en la ecología, el estudio de las relaciones e interdependencia de los seres vivientes y su ambiente, tiene como principios éticos: el cuidado de la tierra, de las personas y el repartir los recursos disponibles con equidad. Da como resultado una nueva manera de sostener y enriquecer la vida sin degradación ambiental o social. Sintetiza la sabiduría tradicional y la ciencia moderna, aplicable tanto a situaciones urbanas como rurales.

Nuestra intención es aportar al desarrollo de la cultura actual integrando los principios de la permacultura en la educación, ya que través de la misma es que el individuo puede cambiar estructuras, romper viejos paradigmas y por ende evolucionar.

Vemos la educación desde una concepción filosófica y social, como parte de nuestra condición humana, en la cual nos interesa fomentar el autoconocimiento, la autorregulación y el diálogo.

La educación artística apunta a la formación integral del ser. Plantea actividades sensibilizadoras, que desarrollan la capacidad creadora de los individuos, aportando nuevas formas de conocimiento y ayudando al reordenamiento de ideas. Mediante esta práctica se trabaja la tolerancia y la frustración.

De aquí surge nuestra idea de relacionar la permacultura con la educación artística e integrarla a la educación formal, ya que de esta forma abarcamos algunos de los problemas actuales de la sociedad de consumo, formando personas más capaces, sensibles y conscientes de ellas mismas y por ende del medio que las rodea y al que pertenecen.